lunes, 20 de febrero de 2012

17a SESIÓN: EL GOBIERNO DE ALFONSO LÓPEZ PUMAREJO (2)

Las tres gracias. Obra de Sergio Trujillo Magnenat, director e ilustrador del primer número de la Revista Rin Rin, de la cual se editaban 35.000 ejemplares que se vendían en las direcciones departamentales de educación.

Publicado por:
MANRIQUE FLÓREZ MIGUEL ÁNGEL
PRADA RAMÍREZ ELVIA MARÍA
QUIROGA MATEUS EDISON

Durante el gobierno de López Pumarejo (1934-1938) se llevaron a cabo cambios en la educación que fueron de gran importancia. Se podría decir que fue un proceso el cual se buscaba complementar con nuevas ideas la educación y llevarla a lo largo de todo el territorio nacional, reduciendo así la tasa de analfabetismo.
Durante este periodo el “nacionalismo o patriotismo” estuvo bastante marcado en el ministerio de educación, el cual criticaba los métodos extranjeros de enseñanza y promovía por medio  de revistas como “Rin-Rin” propaganda política disfrazada de contenido didáctico para niños. En 1935 el ministerio trató de imponer un nuevo plan de estudios, atacando así la libertad de enseñanza como derecho constitucional. Este plan de estudios fue de gran polémica principalmente entre las confesiones ya que reducía la religión a una ideología que sólo se dictaba durante los primeros 3 años de enseñanza. Debido a ésta y otras protestas contra la reforma educativa, en 1936 entró en vigor un nuevo programa de estudios más flexible donde los colegios podían organizar la mayor parte de materias a su gusto. En 1937 surgió una nueva polémica, pero esta fue por un examen de admisión a la universidad y un año preuniversitario que pretendía imponer el Ministerio de Educación. Durante ese mismo año se llevó a cabo un censo donde se mostró que el número de bachilleres era muy reducido.
La tercera medida  tomada dentro de la enseñanza secundaria fue la fundación de colegios nacionales en 1936. A comienzos de 1938 se prefirió nacionalizar establecimientos ya existentes que la creación de otros, reduciendo, de esta forma, costos y aprovechando la reputación ya ganada con los colegios. La enseñanza secundaria seguía siendo financiada por el gobierno y los departamentos y municipios se encargaban de dar becas en las instituciones privadas  que en su mayoría se hallaban reservadas a las élites.
En esta época las Escuelas Normales seguían siendo un canal de movilidad social de las clases medias y las élites locales. Desde 1927 éstas habían cambiado profundamente su orientación y la Iglesia había perdido todo poder sobre ellas.  Estas escuelas fueron confiadas a los primeros diplomados de la facultad de educación como lo eran Miguel Roberto Téllez, Esther Aranda y Germán peña Martínez. Es importante señalar que la escuela normal superior se constituyó en el centro de difusión nacional de la reforma educativa, dónde su orientación pedagógica se hallaba marcada por el método “learning by doing” impartido en ese entonces por John Dewey.
Otro aspecto que caracterizó el gobierno de López Pumarejo fue su estímulo a la integración de la mujer a la comunidad nacional. Esto se puede ver en la reforma constitucional de 1936, donde se incorporaba a la mujer a la economía del país. Aunque aún no les concedía el derecho a votar, sí les permitía ejercer todas las profesiones en las mismas condiciones que la ley exige a los ciudadanos varones. En las escuelas primarias había casi igual número de niños y niñas, pero en los colegios secundarios los varones eran mayoría y la universidad les estaba exclusivamente reservada. La ley 32 de 1936  prohibió  la discriminación de sexos y el bachillerato orientó algunas mujeres  hacia carreras distintas a la enseñanza, como Derecho o Biología, pero estos eran casos muy raros. A pesar de todos estos impulsos a la integración de la mujer, la prioridad de modernización económica que López se había fijado, los opacó, ya que no se intentó abrir nuevas profesiones  para las mujeres ni se suscitaron debates sobre la situación femenina en el país.
En cuanto al crecimiento económico surgido después de la crisis de 1929, debido al proteccionismo hubo apertura en el sector industrial y comercial, motivando al ministro de educación Darío Echandía a la apertura de escuelas industriales en cada capital de departamento, pero no pasó de motivaciones, ya que la falta de recursos y personal calificado para la enseñanza impidió que surgiera como lo tenía pensado el ministro de educación. Para ese entonces sólo se contaba con la Escuela de Minas de Medellín, la facultad de matemáticas y de ingeniería de la Universidad Nacional como agentes capacitadores de ingenieros y jóvenes al servicio de la industria.
Una de las mayores dificultades para el Ministerio de Educación fue la cuestión agraria y la formación agrícola, por la problemática de la propiedad de tierras; es así como en 1936 se lleva a cabo la reforma agraria nacional  en cuanto la disminución de la aparcería y el impulso a tierras no explotadas que buscaba la contribución y la extensión agrícola, sin embargo la ASPAEN (Asociación para la Enseñanza, del Opus Dei) se interpuso con gran fuerza. La formación fue una cuestión difícil, puesto que una vez más la carencia de recursos y de personal capacitado no permitió fortalecer la enseñanza en el campo agrícola.
Finalmente, es importante señalar los territorios nacionales abandonados de la reforma educativa. Estos territorios solo despertaron interés, surgida la guerra entre Colombia y Perú en 1932-1933. Estas regiones constituían el 72% del territorio nacional y carecían de maestros que alfabetizaran a los indígenas que residieran allí. Por tal razón, se designaron congregaciones religiosas que se encargaran de cubrir todo este territorio y educaran a las personas que vivieran en él. Entre las congregaciones misioneras encargadas, se encontraban: los agustinos recoletos, los hermanos menores capuchinos, claretianos, padres montfortianos, padres misioneros de Mil Hill, lazaristas, carmelitas descalzas, misioneros de Burgos y Jesuitas. De este modo, entre 1918-1932, lograron un progreso en las escuelas primarias de todas las circunscripciones apostólicas ya constituidas en 1918. En las aldeas ya constituidas, en donde las misiones estaban presentes,  había escuelas para blancos y mestizos y escuelas para indios, casi todas bajo el control de las congregaciones. El método de enseñanza era la memorización y todo tipo de impresos disponibles para hacer ejercicios de lectura.
En 1935, el objetivo del ministerio de educación, en ese entonces a cargo de Luis López de Mesa, era que las congregaciones se ocuparan sólo de las almas  de los habitantes de los territorios nacionales  y de la propagación de la fe entre los aborígenes y dejaran al Estado la educación cívica social.  A pesar del conflicto entre el Estado y la iglesia, el control de los territorios nacionales continuó bajo el control de las congregaciones, siendo la obra de éstas financiadas por el gobierno.

16a SESIÓN: EL GOBIERNO DE ALFONSO LÓPEZ PUMAREJO (1)

ARGUELLO ARGUELLO JUAN CAMILO
FLÓREZ CARVAJAL JULIETH LISETH
MANTILLA ESPARZA ADRIANA PAOLA



Durante su presidencia López impulsa un discurso socializante. Su programa político se conoce como la "Revolución en Marcha", constituida por una revisión a la constitución, una reforma agraria, una reforma fiscal y una reforma constitucional. Desde los años 30 en nuestro país viene emergiendo un proceso de industrialización, hay mejoras en industria, transporte y comercio que posibilitan el crecimiento en los ingresos de las élites y las clases medias, pero desconoce a la clase emergente (el proletariado) compuesto por peones y campesinos. En razón de este proceso de industrialización, la educación  en el programa político de López, se constituía como un factor trascendental. La educación para López debía diversificarse y especializar las formaciones a fin de ofrecer a la agricultura y a la industria el personal calificado.
Todo lo anterior requería además de la voluntad política, un presupuesto que permitiera materializar las reformas instauradas por el Ministerio de Educación; sin embargo, en ese camino hubo grandes inconvenientes y críticas de parte de la oposición (liberales de derecha, conservadores e iglesia) que serán descritas más adelante.
En cuanto a la educación popular y rural, el programa pretendía favorecer a las mayorías, y el ministro de entonces López de Mesa, privilegió la cantidad por encima de la calidad de la educación, en este sentido las reformas fueron más materiales que pedagógicas. En cuanto a lo financiero, el gobierno instaura nuevos impuestos que conduzcan al aumento del presupuesto nacional y en consecuencia el destinado a la educación, sin embargo aunque hubo un aumento sustancial las medidas fueron modestas si se consideraban las necesidades a nivel de infraestructura.
Durante la dirección del ministro de educación Luis López de Mesa (1934-1935) también se desarrollaron una serie de campañas y programas que propiciaron el mejoramiento de la higiene y la alimentación de la población escolar del país, ya que el ministro consideraba que sin un avance en estos aspectos sería imposible reformar la educación. En cuanto a la alimentación, se financiaron restaurantes escolares a los que se les entregaba un cuarto del presupuesto total de educación ($600.000). Esta iniciativa generó muchas críticas por parte de conservadores y liberales. Con lo cual se hizo notoria no solo esa actitud particular de los colombianos, donde la riqueza o estatus social de la mayoría depende de no dejar surgir al otro, sino también el temor de  cualquier hecho que condujera a un posible levantamiento del proletariado para cuestionar el poder de las élites. Otros aspectos que tampoco tuvieron éxito fueron las escuelas normales rurales, puesto que sus alumnas rechazaban volver a las deplorables condiciones de las escuelas del campo, y la oficialización del método de los centros de interés de Decroly, pues aunque la iglesia lo despreciaba por anticlerical, los responsables de su fracaso fueron los maestros tradicionales que se negaron a modificar su rutina pedagógica.
Posteriormente, con la Reforma Constitucional de 1936, y durante la dirección de Darío Echandía en el Ministerio de Educación, parecía que los miedos de conservadores, liberales de derecha y de la iglesia empezaban a tornarse reales ya que la educación se volvía centralista y más política. La Reforma giraba en torno de tres ejes: democratización creciente, intervención del Estado y laicización. Ante esto, la reacción de los conservadores fue criticar en especial y por todos los medios posibles la supresión del catolicismo como religión oficial del país y de la educación. Pero, también les indignaba la pérdida de los puestos educativos que habían tenido en sus manos. Para los conservadores, esta Reforma era la prueba de la fuerte influencia comunista en el gobierno de López Pumarejo.
Por otro lado, la contraofensiva de la iglesia consistió  en atacar desde el púlpito el carácter anticatólico de las escuelas del Estado, pedían a los fieles retirar a sus hijos de esas escuelas para hacerlos ingresar a establecimientos católicos privados.  Al mismo tiempo, los jesuitas inician un sindicalismo católico, pretendían aminorar la influencia comunista y liberal en los medios urbanos, para ello, recurrieron a la creación de asociaciones en favor de la cultura popular dentro de un marco cristiano, su objetivo era difundir extensamente la doctrina social de la iglesia en las clases trabajadoras.
En la línea de la democratización de la educación, otra aspiración del gobierno fue aminorar la discriminación en el ingreso a la educación por medio de la ley 32 de 1936 que establecía condiciones idénticas para todos los aspirantes; sin embargo, las discriminaciones no desaparecen y en respuesta protestantes e israelitas forman sus propios colegios.
En cuanto a la organización del magisterio, centralizarlo y nacionalizar la función no era posible ya que el Ministerio de Educación no tenía los medios para hacerlo. Ante esas circunstancias, el ministro Echandía estima conveniente imponer nuevas normas para el nombramiento de los docentes; recurre a un examen que tuvo como objeto definir la categoría de los maestros. En resumen, si bien hubo resistencia al examen, éste permitió a los maestros organizarse sindicalmente, tener derecho a un salario mínimo de $40 pesos mensuales y garantías en cuanto a la seguridad de su empleo y  su adelanto profesional.

15a SESIÓN: INICIACIÓN DE UN PROCESO DE REFORMAS ESCOLARES, 1924-1934 (2)

FLÓREZ PARDO ANGÉLICA FERNANDA
HERNÁNDEZ CALDERA LINDA PAOLA
PÉREZ ÁLVAREZ KAREN ESTEFANNI


En 1926 el ministro José Ignacio Vernaza logra formar un catalogo de las necesidades urgentes  gracias a la reunión que hace con los directores departamentales de instrucción pública y a la misión pedagógica  alemana; este catalogo lo conformaban las siguientes reformas: el aumento del presupuesto de instrucción pública, el alza de salarios del personal docente, la creación de restaurantes escolares y de jardines- huertas para mejorar la alimentación de los alumnos, el desarrollo del sistema de inspección escolar, la organización en todas las regiones de cursos de vacaciones en provecho de los maestros en ejercicio y por último la puesta en pie de un vasto programa de construcción de escuelas. En 1927 el catalogo es aprobado y se le adiciona el principio de libertad de enseñanza con respecto a la religión, instrucción intelectual, moral, cívica y física, con esto eran los padres influían en la enseñanza de estas disciplinas pues para ellos se convertía en una responsabilidad ineludible; también en este año se da paso a la privatización de los colegios secundarios, gracias a la aprobación de la iglesia con respecto a la reforma; el bachillerato era especializado de 3 años que concluía luego con 4 años de estudios comunes.
De 1924 a 1928 Colombia fue presa de los inversionistas extranjeros, principalmente norteamericanos; se crean fábricas, vías y demás obras que promueven un desarrollo ostensible en la economía colombiana, estos avances se dieron gracias a Pedro Nel Ospina, quien gracias a sus conocimientos a nivel de economía, promovió el progreso inesperado del país. Seguido de este, en 1926 Miguel Abadía Méndez derrumba por completo el avance que se había producido, pues sus capacidades y conocimientos no eran suficientes para la complejidad de la economía en ese momento y se produce la sindicalización de los trabajadores en 1931.
Ahora, hablando de las repercusiones de la crisis de 1929 se puede afirmar que en el país se produjo una baja en el presupuesto asignado a la educación y por ende causo el cierre de las escuelas, en especial las escuelas normales. Pero al asumir la presidencia Enrique Olaya Herrera, liberal con ideas nuevas e interés por ayudar al desarrollo del país; su principal reforma consistió en la eliminación de la enseñanza de la religión de la educación, aun así el resto de las modificaciones eran similares a las de gobiernos conservadores anteriores.
En 1931 se vuelve a reorganizar el Ministerio de Educación Nacional por el ministro conservador Julio Carrizosa, en el cual, el estado debe llevar el control no solo de las escuelas públicas, sino también de las escuelas privadas. En este proceso se crean campañas de higiene y alimentación hechas por Bernal, se hace una apertura de la facultad de educación, anexa a la Universidad Nacional. Finalmente en este periodo de reformas, en 1934 se da una mirada al bosquejo de las reformas escolares de Alfonso López Pumarejo, sucesor de Olaya Herrera, quien propuso una escuela renovada, única, gratuita, obligatoria, democrática y selectiva a la vez, defensiva y humanizadora.
Este proceso la educación tuvo muchos altibajos, en los cuales a pesar de tener pocas esperanzas en sus inicios y recibió repercusiones negativas, al final, tuvo un periodo satisfactorio en el cual se logra una educación libre y con fundamentos pedagógicos sólidos.

14a SESIÓN: INICIACIÓN DE UN PROCESO DE REFORMAS ESCOLARES, 1924-1934 (1)

CÁCERES MURALLAS KATHERIN TATIANA
CAMACHO PORTILLA YURI PAOLA
RAMÍREZ MORENO LUZ VICTORIA

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13a SESIÓN: LOS INTELECTUALES Y LA CUESTIÓN RACIAL

Publicado por:
ALVARADO GÓMEZ EDWARD FERNEY
GÓMEZ CHAPARRO GINA ALEJANDRA
RODRÍGUEZ OLEJUA WILLIAM HERNÁN

A finales del siglo XIX y comienzos del XX  gran parte del mundo se encontraba en una fuerte polémica la cual se enfocaba en las razas, en algunos países se hacia mas notorio y mas denso el tema, a medida que pasa el tiempo diversas teorías aparecen alimentando la idea de superioridad racial. Latinoamérica y claramente Colombia no son ajenos a esta problemática que cada vez es más grande y que según expertos se tienen ya “pruebas científicas” que constatan dichos postulados.
Existen diversos factores que promovieron el desarrollo de algunas teorías, una de ellas fue una fuerte influencia del pensamiento europeo de aquella época, más exactamente de los países nórdicos, en américa, algunos estudiosos viajaban constantemente a estos países y adoptaban sus pensamientos; otro factor era el rápido desarrollo de los Estados Unidos, mas que todo a nivel económico, esto era una muestra fehaciente, decían ellos, de lo que sucedía cuando en una colonia no se llevaba a cabo la mezcla de razas y en el que finalmente predomina la blanca, de esta forma el desarrollo de la nación es inminente.
En el año de 1918, aparece en Colombia el medico boyacense y conservador Miguel Jiménez López, quien presente una conferencia llamada “Algunos signos de degeneración colectiva en Colombia y en los países similares” en la que plantea su tesis de que en Colombia estaba sucediendo una progresiva degeneración de la raza, divide sus argumentos en tres grupos o tres tipos de degeneraciones, la degeneración física, la degeneración síquica y la degeneración moral, las cuales explicamos en clase, según Jiménez López estas degeneraciones tenían a Colombia sumida en un presente deterioro y que la llevaría a una indudable crisis integral, casi fatalista. Jiménez establece las causas que van desde la ubicación geográfica hasta la que según él es la mayor culpable de esta degeneración, la raza; el clima, la higiene y la educación, son también puntos primordiales de su tesis. Finalmente propone para la problemática racial el neutralizar la inmigración como se venia realizando en Uruguay y Argentina.
Actualmente es muy difícil analizar las tesis y las “pruebas” dadas por Jiménez y no ver de inmediato que carecen de un sentido serio y completo en el campo científico, prevalece si, un discurso racista y arbitrario que atenta directamente contra la población multiétnica colombiana.
Ya a comienzos del siglo XX predominaban dos corrientes o modelos en Latinoamérica, uno era el argentino y el otro era el mexicano, estos marcaron las pautas y las discusiones por buena parte del círculo intelectual.  Aparece un defensor del modelo argentino, el antioqueño liberal Luis López de Mesa, quien realiza una tipología regionalista de la sociología de los colombianos, en ella divide a los grupos étnicos y los clasifica, asignándoles a cada uno unas características que según él los define, en conclusión la raza blanca es superior, las demás se encuentran subordinadas, y da como solución la inmigración de extranjeros europeos y la prohibición de la entrada de extranjeros de razas diferentes a la blanca.
El modelo mexicano variaba respecto al argentino, ya que el primero le daba valoración al mestizaje, en Colombia Alfonso Castro, Jorge Bejarano y Armando Solano, defendían esta postura, aseguraban que gran parte del mundo se encontraba mestizado incluso España. Al igual que el modelo argentino en este modelo clasificaba las razas y les asignaban rasgos. Daban al indio como mayor victima, cuya historia estaba enmarcada en el sufrimiento y la explotación, aquí surgen diversas posibles soluciones unas más pesimistas que otras.
Independientemente del modelo que se siguiese, todos creían en mayor o menor medida que la higiene y la educación jugaba un papel fundamental en el desarrollo de la nación, el estado de miseria promovía la tan nombrada degeneración, un pueblo limpio y saludable, además de educado va encaminado a la modernidad y el desarrollo.
Pero no todos creen que esta sea la solución, el conservador Laureano Gómez da un punto de vista en el que prima el derrotismo y un gran pesimismo, según Laureano el país esta lleno de razas que no logran aportar nada, y de la que casi nada se puede esperar de sus ciudadanos, en su mayoría con gran sentido de inferioridad, todos los factores juegan en contra del desarrollo en este país. Finalmente Laureano cree haber encontrado la solución, y esta radica básicamente en entregarle el país a un grupo de hombres de inteligencia superior.
Ya a mediados del siglo XX se llevan a cabo algunas guerras civiles,  la violencia se apoderará del Estado Colombiano, es aquí nuevamente y después de un largo tiempo en el que aparecerán los protagonistas de las teorías de la degeneración racial,  reivindican sus postulados y aseguran que la violencia que se vive es un resultado lastimosos del mal camino que se tomó al hacer caso omiso de las políticas racistas y a la ruptura moral vigente.
Es desconcertante ver cómo en la actualidad, si bien no es exactamente la misma situación, algunos de los preceptos y pensamientos de esa época mantienen cierta consistencia, la cuestión racial sigue siendo tema diario en la sociedad, los países subdesarrollados mantienen en vigencia ese sentimiento de inferioridad, los regionalismos dentro de la nación son motivos de roces y de encasillamientos, y lo que es todavía peor, al estilo de Laureano Gómez pareciera ser que nuestros dirigentes quisieran entregarles las riendas de la nación a otros, a los “superiores”.

lunes, 13 de febrero de 2012

11a SESIÓN: ALFABETIZACIÓN Y ENSEÑANZA EN EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XIX (1)

Publicado por:
AHUMADA PÉREZ PAULA ANDREA
CHAPARRO CARRILLO MARIBEL

La educación colombiana sobre comienzos del siglo XX presentaba un déficit que alcanzada el 17% de alfabetización en todo el país, tras un nuevo informe presentado en 1918 esta taza aumento al 32.5% de habitantes mayores de 10 años que sabían leer y escribir. Departamentos como el Valle, Caldas, Meta Atlántico  además de Antioquia, San Andrés y Providencia tenían el índice más alto de alfabetización mientras que  departamentos como Bolívar, Santander del sur, Cauca y casi la totalidad  de los territorios periféricos, menos de la cuarta parte de los habitantes saben leer y escribir.
Aline Helg[1] hace una interesante división geográfica del territorio colombiano de la cual desprende una investigación ardua acerca de la educación en los diferentes departamentos:
·         Departamentos Andinos: la región de Boyacá y Cundinamarca que  tras el mestizaje de españoles y los chibchas sobrevivientes a la colonización produjo una fuerte y amplia población de ascendencia indígena pero  de tradiciones hispánicas, con esto la educación en esta zona del país era bastante conservadora, una muestra de ello era la poca población femenina que recibía educación ya que el lugar de la mujer se encontraba en el hogar, los trabajos domésticos y los cultivos alimenticios, además la precaria situación en la que se vivía  estos departamentos cuya base agraria era el minifundio y que por tanto les producía desconfianza ante el cambio ya fuese político o social y finalmente al educativo.
·         Departamentos de Antioquia y Caldas: La región antioqueña presentaba una tasa de alfabetización y escolarización muy superiores a la media nacional. La Región se caracteriza por su progreso en el campo económico caracterizado por la explotación de minas, fabricación de licores y alimentos, manufacturización y la explotación del café. La educación tomó un rol importante ya que los padres de familia invertían en la educación de sus hijos. En la familia la madre es el centro de organización, esto es evidencia del porque las mujeres antioqueñas presentan una mayor tasa de alta alfabetización comparada con el resto del país.
·         Departamentos Costeños y el Valle: las regiones costeñas tenían en su mayoría gran población negra de ascendencia africana, por la cual la cultura del sector era poco católica primaba la unión de hecho (unión libre, poligamia, etc.)  además de la inestabilidad del hombre en la familia lo cual reflejaba en la zona una alta taza educativa femenina. En departamentos como el valle los índices de alfabetización eran bastante elevados ya que iban de la mano con el crecimiento y la riqueza de la región que le permitieron al gobierno establecer un sistema educativo relativamente extenso.
·         Departamentos de los Llanos y Selva Amazónica: Departamentos que se destacaron en la economía gracias a la explotación de los animales. Estos departamentos eran escasamente poblados por consiguiente la información recolectada es escasa.
Otro punto importante que toca Aline Helge  es el de la enseñanza primaria y secundaria, para empezar la educación primaria estaba dividida en escuelas rurales y urbanas; las escuelas rurales comprendían tan solo dos años de educación mientras que las urbanas estaban compuestas por dos años elementales, dos medios y por ultimo dos años superiores.
Las escuelas rurales, eran edificaciones rectangulares en las que, en ocasiones, había dos habitaciones, una para el maestro y otra para la enseñanza a los niños; pero en su mayoría constaban de una sola habitación que cumplía con las dos funciones; esto se debía a que el encargado de la manutención de la escuela era el mismo municipio y este tenia otros intereses mas importantes como la escuela urbana y los niños de la élite que estudiaban en dichas escuelas; la escuela rural  también sufría un gran déficit de maestros, esto se debía tanto a la ubicación de dichas escuelitas como al poco salario que ganaban estos maestros, que en su mayoría estaban conformados por mujeres, podría decirse que casi en un 90%; se confiaba la enseñanza a maestras sin diploma y solteras que en su mayoría provenían de clases medias de los pueblos o las ciudades pequeñas; estas maestras tras su nombramiento tenían que dirigirse a la alcaldía; luego, acompañadas de un peón y de su acompañante, que podía ser una tía soltera o su propia madre, recorrían a pie o a caballo el camino de casi dos días hasta la escuelita; el acoplamiento en dicha comunidad era totalmente su responsabilidad  ya que todas las miradas estaban sobre ella pues cualquier equivocación seria condenada y enjuiciada por el mismo sacerdote de la región que ejercía gran poder sobre la educación de dicho lugar.

Los maestros de vereda tenían que sufrir las precaria situación de la escuela como la ausencia total de material didáctico y que tenían que suplir con medios ingeniosos como en vez de tiza usar una piedra o que la clase de escritura fuese dictada sobre la arena a la orilla del río; otro de los inconvenientes a los que se enfrentaba la maestra era a la cantidad de estudiantes que recibía ya que en un mismo salón le dictaba clase a niños de diferentes grados, era tanta la cantidad que se valía de estrategias como la revisión de manos, uñas y cabello como forma de devolver algunos a casa.

La educación era bastante fuerte y rígida al punto de los golpes por parte de la maestra como respuesta a la incomprensión de alguna lección; así pues, la educación rural cumplía su misión, en un corto tiempo de tres años, de enseñar a conocer leer las letras, los números  y tener algo de conocimiento de religión y de comportamiento social.
La religión representaba para la época un papel muy importante; en su mayoría el programa académico estaban dominado por las clases religión y moral, las cuales se seguían al pie de la letra y que tenían como base el catecismo del padre Gaspar Astete y la urbanidad de Manuel Antonio Carreño que buscaban un asentamiento en las buenas maneras y un  buen comportamiento del hombre en la sociedad y la familia.
Las inspecciones escolares representaban un evento importante en las escuelas; éstas eran realizadas sólo por hombres, a menudo graduados de una escuela normal que habían hecho carrera en la enseñanza primaria, los inspectores redactaban un informe de cada maestro y este documento era indispensable para el ascenso. Los inspectores tenían gran prestigio y eran respetados por todos.
Las escuelas privadas eran dirigidas en su mayoría por congregaciones religiosas. A pesar de contar con infraestructuras en condiciones notablemente mejores que el resto de las demás escuelas, tenían un nivel pedagógico desigual y algunas veces las condiciones de enseñanza llegaban a ser inferiores a las de las escuelas públicas. Los métodos de enseñanza eran menos rigurosos, no se aplicaban los castigos físicos ya que los maestros preferían recurrir a los castigos escritos, también implementaban las recompensas. La selección de los alumnos era ‘natural’ al ser pocos los niños que podían asistir a la  escuela privada debido a su alto costo.

[1] HELG, Aline. La educación en Colombia 1918-1957. Una historia social, económica y política. Bogotá: CEREC, 1987.

10a SESIÓN: LAS ESCUELAS NORMALES DE VARONES DEL SIGLO XIX

CAMARGO SEGURA WALTER DAVID
DÍAZ CONTRERAS OLGA YULIANA
VARGAS NAVARRO DIEGO ALEXANDER
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martes, 7 de febrero de 2012

9a SESIÓN: LOS IGNORANTISTAS

Caricatura de Carlos Dorheim: "El Mesías de Chancos". Burla al mesianismo de Mariano Ospina Rodríguez y a la derrota conservadora en la batalla de Los Chancos, en la guerra civil de 1876-1877 a causa de la oposición conservadora al proyecto educacionista. Periódico El Alcanfor, 1877.


Publicado por:
ESPINEL VEGA GREISY CATALINA
JAGUA ZAMORA SERGIO ALBERTO
VELÁSQUEZ CASTAÑEDA BLANCA INÉS


Los Conservadores fueron catalogados como "Los ignorantistas", puesto que se oponían radicalmente al decreto Orgánico impuesto por los Liberales, oponiéndose así también a las escuelas públicas federales y a sus  ideas como la de despojar de la cultura religiosa a un pueblo sumamente católico, el forzamiento a una obligatoriedad omitiendo así el poder paternal frente a los hijos y además hacían critica a las infraestructuras poco adecuadas, el difícil acceso a ellas y el ineficiente recurso humano y pedagógico.
Los ignorantistas partían del tipo de enseñanza que se impartía para los niños, que para ellos era  inadecuada por ser laica, sin espacio para la religión y ajena a la vida campesina ya que estas materias no les iban a dar para vivir, ni para salvar sus almas, por lo tanto no era necesaria “estos pobres infantes se criarían como pecadores, sin moral” esto solo podría generar un país en desastre, de hijos rebeldes, contra la iglesia y en un gran caos social.
Uno de los voceros del Clero, Carlos Bermúdez, obispo de Popayán expandió una fuerte campaña en contra del Decreto Orgánico, combatiendo así la escuela pública y defendiendo a capa y espada a su santa iglesia católica y al pueblo; Bermúdez con el poder que se le otorgaba tuvo la posibilidad de manipular con sus ideas a toda la población que lideraba , él expresaba que “No le importaba  un país en ruinas y miseria, si se levantase  la bandera triunfante de la religión”, considerando a los padres que matriculaban a sus hijos en las escuelas federales como pecadores, sin perdón divino y que serian castigados con la excomulgación, situación que era muy deprimente para cualquier católico, siendo razón de rechazo y desprestigio popular.
Fue tanto el poder que el Clero tenía y ejercía contra  sus fieles (la gran mayoría de población) que poco a poco el Decreto Orgánico iba perdiendo seguidores, los maestros se dejaban persuadir, su renuncia era factible para evitar la ruina espiritual de la niñez; entonces el alumnado se reduce a tres o menos por escuela. El Clero logra paralizar y atemorizar a la población con su fe y esta se convertiría en la principal arma, para derribar a los instruccionistas y a sus ideas.
No obstante todos los conservadores no eran tan radicales, estaban divididos en tres grupos cada uno de ellos partía de un método para llegar a la cúspide de su objetivo global :los más moderados: liderados por Carlos Olguín, estaban encajados en el plano constitucional y político, enfocándose en la religiosidad, Los menos moderados, liderados por José Joaquín Bordo, partían de una política conservadora, tenían un enfoque literario y por último los más agresivos, liderados por Miguel Antonio Caro, eran quienes se regían por la fuerza militar; todos pretendían bajo sus ideales acercarse a una educación mas católica.
Finalmente para 1872 los ignorantistas lograron una buena organización y la primera Asamblea Católica salió a flote, y con ella los siguientes acuerdos:
*La instrucción pública debe ajustarse a los principios católicos.
*La enseñanza y la supervisión de ésta debe ser dada por maestras católicas que reflejen maternidad y moralidad religiosa  al estudiante.
*Se construirán bibliotecas y escuelas privadas confiadas a maestros católicos, “Se enseña todo, lo único necesario, aquel que se salva sabe, el que no, no sabe nada”.
*Se firman declaraciones idénticas, dónde se expresa la inconformidad del pueblo por una educación laica  pública impartida por el gobierno, puesto que esto ataca a sus derechos y creencias.
Para 1876 la guerra civil había dado inicio, el conflicto religioso había crecido y los rebeldes del partido conservador quienes se hacían llamar la Nueva cruzada, defendían sus principios religiosos, la libertad de conciencia, tolerancia de cultos, educación cristiana y el respeto por las creencias de la mayoría.